Título: Ganar al límite
Título original: A photo finish
Autor: Elsie Silver
Serie: Gold Rush Ranch #2
Editorial: Phoebe
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 322
He visto cada delicioso milímetro del cuerpo de Violet Eaton, pero ella no tenía ni idea de quién era yo. Hasta ahora. Lo que ocurrió entre nosotros online, en los chats, se suponía que era anónimo y que debía permanecer en el pasado. Hasta que dejó de hacerlo. Este es un mundo muy pequeño, y el pueblo de Ruby Creek lo es aún más. Cuando me he mudado aquí y nos hemos visto obligados a vivir bajo el mismo techo, mi máscara de hombre duro se ha venido abajo sin remedio. Cada vez que se ruboriza, en cada ocasión en que sus ojos brillan con calidez, cada vez que me suplica que no pare, el muro de hielo que he levantado a mi alrededor se derrite un poco más. Ella me hace desear cosas que no pueden ser. Cosas con las que sueño desde que la vi por primera vez hace dos años. Cosas que no merezco. Pero las heridas de mi pasado tienen el poder de destruirnos a los dos. Como exsoldado, debería tener la disciplina necesaria para alejarme, pero cuanto más me abro a Violet, más quiero permanecer a su lado. Regresé de la guerra como un hombre diferente, pero mis cicatrices eran muy anteriores, y más profundas de lo que nadie podría imaginar. Planeaba que todo siguiera igual y mantener ocultos mis secretos. Hasta que apareció ella…
Violet salió lastimada después de pasar un año chateando con un hombre que le gustaba, pero al que nunca vio. Ese hombre acabó resultando ser el hermano de su jefe. Y ahora va a mudarse al rancho en el que trabaja. ¿Lo peor? Que tendrán que vivir bajo el mismo techo. Algo que acabará resultando todo un desafío. Y que puede acabar en un dolor mucho más intenso que el que sintieron la primera vez que se separaron.
Violet es una mujer fuerte e independiente que tuvo que luchar por ello. Perdió a su madre al nacer, por lo que su padre y sus hermanos siempre la tuvieron en una burbuja sobreprotectora. Algo de lo que se alejó en cuanto tuvo ocasión, para poder vivir su vida, tomar sus decisiones, equivocarse y volverse a levantar. Escribir en aquel foro fue lo más extremo que se le ocurrió para demostrarse que podía hacer algo peligroso y terrorífico. Y el resultado fue un año hablando con una persona que acabó ganándose su cariño. Hasta que le hizo daño y no se lo pensó dos veces antes de alejarse. Como es pequeñita y dulce, todo el mundo tiende a subestimarla, pero Violet es mucho más y me ha gustado mucho. Una chica que luchó por su libertad y que se aferra a ella con fuerza. Que luchó por ser jockey y que está dispuesta a demostrar a todo el mundo que se lo merece. Que pone a la gente en su sitio cuando intentan mangonearla. Y, por supuesto, también esa chica dulce y empática que adora los caballos, que tiene paciencia y un corazón enorme.
El hombre en cuestión en Cole. Él perdió a su padre siendo más mayor. Lo vio morir delante de él durante una carrera de caballos. Aquello lo dejó muy tocado, necesitó huir y acabó alistándose en el ejército. Desde que volvió, no es más que un hombre frío, que se mantiene a distancia de los demás y que les hace daño si es necesario para que no se acerquen demasiado. Cole ya me pareció bastante estúpido las veces que lo pudimos ver en el libro anterior y, por supuesto, me lo pareció al inicio de este. Es desagradable con las personas. Y eso no me gusta. Sin embargo, el trabajo de la autora con él ha sido sublime. He ido conociéndole, he ido viendo cómo es en terapia, he ido viendo y entendiendo lo que había detrás y, aunque eso no justifica nada, sí he podido sentir una gran empatía hacia él y me ha encantado como personaje.
En cuanto a los secundarios, aparecen muchos de los personajes que conocimos en el libro anterior. Billie es la que más presente está, como mejor amiga y mujer sin filtro, que se pasará el libro diciendo más de una verdad con su forma característica de decir las cosas. Me hubiese gustado haber visto un poco más de Vaughn, el hermano pequeño, y que hubiese más interacción entre los hermanos.
El libro comienza con un capítulo un año antes, cuando ambos se encuentran en persona por primera vez, después de haber dejado de hablar y descubren quiénes son. Después, la historia ya irá al presente, comenzando en verdad el día en que Cole se muda al rancho familiar para estar cerca de su próximo proyecto en el trabajo. Debido a una serie de casualidades, a Violet y a Cole les tocará compartir casa durante un tiempo. Y esa proximidad hará que salgan a la luz esos sentimientos que fueron desarrollando mientras chateaban, tanto los positivos como los negativos. También iremos viendo, a lo largo de los capítulos, cómo surgió todo, cómo fue creciendo y cómo se acabó rompiendo. Todo en esa ambientación tan bonita, con el rancho, los caballos y las carreras, que me ha gustado mucho por el respeto y el cariño con el que tratan a los caballos.
La historia es, en primera instancia, una historia de personajes. Cole no está para nada en un buen lugar mentalmente para tener una relación con nadie, por eso creo que su evolución es el eje central y la parte más importante del libro. Trata temas muy complejos de estrés postraumático y ansiedad, además de otros sobre acoso y machismo dentro de este mundo de las carreras y que sufre Violet por ser mujer en un deporte “de hombres”. Desde mi punto de vista, la autora los ha tratado muy bien, con mucho respeto y una gran sensibilidad. He sentido que se trataban con la seriedad que se merecen y que su desarrollo ha sido realista.
Por supuesto, esta historia también es un romance. Un romance que va muy unido al carácter y a las necesidades de Violet, y a esa evolución de Cole en relación a su enfermedad mental. Es un romance lento, que va creciendo poco a poco, dando tiempo a los personajes para que quede lo más natural y realista posible, para que sea sano. Está lleno de momentos preciosos, de dulzura, de cariño. También de otros que no son tan bonitos, de miedo, de dolor. Es un conjunto de sentimientos que a veces son contradictorios, pero que hacen que todo resulte muy natural.
La narración, por su parte, es una primera persona desde el punto de vista de los dos, en capítulos bastante alternos. Aunque ella gana en número. Son capítulos que a veces no me parecían excesivamente cortos en páginas, pero que se me hacían muy rápidos de leer. Es una narración que se toma su tiempo para desarrollar todo lo que os he comentado antes, que tiene muchos diálogos, pero también mucho monólogo interno. Y, de todas formas, tiene un ritmo muy rápido y es totalmente adictivo.
Ganar al límite nos cuenta la historia de Violet y Cole. Los dos estuvieron un año chateando, sin verse, desarrollando sentimientos, hasta que todo se rompe. Un año después, Cole se muda al rancho familiar, en el que Violet trabaja, y acaban compartiendo techo. Es una historia preciosa, con un romance trabajado, sano y natural, con dos protagonistas maravillosos y unas evoluciones fantásticas. Una historia que toca temas complicados con cuidado y sensibilidad. Si el primer libro de la serie me gustó, este me ha gustado incluso más.
Hola :)
ResponderEliminarTodavía no he leído el primer libro, su argumento en principio me gusta y creo que su lectura al menos me resultaría entretenida, pero últimamente el género y yo no conectamos muchos, por eso me lo tomaré con calma.
Besos