[Reseña] CUANDO ME LLAMAS POR MI NOMBRE - TUCKER SHAW

Título: Cuando me llamas por mi nombre
Título original: When you call my name
Autor: Tucker Shaw
Editorial: Puck
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 384

ES 1990 EN NUEVA YORK, Y LAS VIDAS DE DOS CHICOS EN PLENA CRISIS SE CRUZAN POR CASUALIDAD Y CAMBIAN PARA SIEMPRE.

Adam es un fanático del cine, tiene diecisiete años y un chico muy guapo lo acaba de invitar a salir. ¡Su primera cita! Con el corazón a mil, Adam acepta y se enamora de Callum, como pasa en las películas.

Ben está obsesionado con la moda, tiene dieciocho años y se ha ido de casa después de que su madre descubriera su colección de revistas gays. Pero, al llegar a Nueva York, Ben empieza a sentir su sexualidad menos como un secreto y más como una insignia de honor.

Entonces Callum desaparece y deja a Adam con el corazón roto, y Ben descubre que el mundo que acaba de descubrir no es tan abierto de mente como pensaba. Cuando Adam por fin encuentra a Callum, se entera de que el chico al que ama está muy enfermo. Y, en un encuentro casual cerca del hospital donde Callum está ingresado, Ben y Adam se conocen. Cuando ambos empiezan a abrirse a las posibilidades del amor y la vida queer, se dan cuenta de que, a veces, las únicas personas que pueden ayudarnos son las que nos ven tal y como somos, en todo nuestro esplendor, por caótico que sea.

Además de una carta de amor a Nueva York y al poder liberador de la amistad queer, Cuando me llamas por mi nombre es una novela conmovedora y esperanzadora sobre los momentos cruciales de nuestra juventud que nos rompen el corazón y las personas que vuelven a unir las piezas.

Nueva York, 1990. A Adam acaba de invitarle a salir un chico guapísimo y está que no se lo cree. Ben llega a la ciudad después de marcharse de casa ante el desprecio de su madre por su homosexualidad. Para los dos será el año de su dieciocho cumpleaños y el año en el que saldrán de sus pequeñas burbujas. También será el año en el que crecerán más de lo que ninguno habría imaginado. El año en el que se conocerán, tanto juntos como por separado.

El primer gran personaje de esta novela es la ciudad de Nueva York. La ambientación que tendremos en este libro es excelente. No solo por ser principios de los noventa, sino por estar muy vinculada a la escena queer de la época. Estará llena de divas, de moda y modelos, de bares de ambiente, de discotecas y música… Toda la cultura pop que marcó una época y que supuso una forma de expresión muy importante para un colectivo muy oprimido. Todo en el marco de una ciudad que permitía cierta libertad y con una comunidad con la que poder estar y expresarte.

Adam vive en la ciudad con sus padres en una pequeña casa que es más un sótano. Trabaja en un videoclub, solo para poder ver pelis gratis, mientras espera para empezar la universidad. Me pareció un chaval muy inocente, todavía muy joven, muy dentro de su pequeño universo. Y entonces Callum entre en el videoclub y le invita a una cita. Ese será el punto en el que la vida de Adam comience a cambiar y empiece a vivir nuevas experiencias, algo con lo que insiste mucho su mejor amiga.

Ben, por su parte, vive en un pequeño pueblo con una madre a la que tiene que cuidar bastante, en lugar de ser al revés. Cuando ella encuentra sus revistas gays y le dice algunos comentarios hirientes, Ben decide que ha llegado el momento de marcharse y se muda a Nueva York. Le encanta la moda y tiene un gusto exquisito para combinar prendas, algo que la ciudad le permitirá experimentar. También tendrá cierta libertad para conocerse a sí mismo y salir al mundo como es, algo que no había tenido ocasión de hacer donde vivía antes.

En cuanto a personajes secundarios, hay muchos que han sido esenciales para entender el mundo y el momento en el que los protagonistas estaban viviendo. Callum será un chaval que no me gustó mucho al principio, pero que fue ganándome poco a poco. Un chico muy interesante, con sus sueños y sus esperanzas. Me gustaron mucho los padrinos de Adam, una pareja de homosexuales que nos enseñan lo que significa de verdad la familia y exponen con naturalidad el terror y la muerte de la época. Por parte de Ben, son muy importantes Gil y Rebecca, cada uno aportándole diferentes puntos de vista y experiencias, además de un crecimiento que ayuda mucho a Ben en su viaje personal.

La historia va de estos dos chicos que salen al mundo a los dieciocho y comienzan a vivir experiencias como son. Es un libro que explora mucho la cultura queer de la época, cómo vivían y cómo se relacionaban. Me ha gustado mucho ver la comunidad que se movía entonces por Nueva York, ver cómo la amistad traspasaba fronteras y la piña que formaban. Me ha gustado ver también cuestiones muy inherentes a todo ser humano como empezar a conocerse a uno mismo, como salir a experimentar, como salir a divertirse y a disfrutar de la juventud. Me ha gustado mucho el romance entre Adam y Callum, lo bonito y natural que era, y las sombras que tenía que soportar.

También hay cosas que no me han gustado, no porque no estuviesen bien, sino porque son cosas feas que ojalá no hubiesen existido. Obviamente se habla de discriminación, de acoso, de odio… Y está además muy relacionado con el sida y cómo la enfermedad formaba parte de la vida de estas personas con la misma naturalidad que lo hacía cualquier otra cosa cotidiana. Me ha resultado aterrador ver cómo de aceptada estaba esa realidad. Y me ha resultado muy emotivo cada recuerdo dedicado a los que se fueron y cada palabra de lucha por los que aún quedaban. A pesar de ser una novela en un tono bastante ligero, de esas que son capaces de transmitirlo todo sin caer en el exceso de drama y simplemente ser naturales, llega un punto en que no se hace nada fácil de leer. Pero sigue transmitiendo muy bien cada sentimiento de una forma creíble y natural.

Una novela que habla mucho de amor, del romántico y del que no lo es. Del poder que tiene en la vida de las personas. De las familias de sangre y las encontradas. De luchar por ser uno mismo y de luchar por los demás. Una novela llena de alegría, de descubrimientos, de optimismo, pero también de dolor, de enfado y de frustración.

Estará todo contado desde el punto de vista de Adam y Ben, con capítulos bastante largos que están divididos en fragmentos de cada uno de los dos alternándose y otros fragmentos en primera persona con una pregunta y una respuesta muy personal. Esa estructura ayuda mucho a que el ritmo sea ágil. También lo hace la narración directa, aunque inmersiva, muy natural y cargada de sentimiento y sencillez. Se vive mucho y estruja el corazón más de una vez.

Cuando me llamas por mi nombre nos enseña cómo era la vida en Nueva York en 1990, dentro del marco queer de la época y empañado por el sida y lo que ello conllevaba. Una novela preciosa en la que dos jóvenes salen al mundo a descubrirse y a ser ellos mismos, a crecer y a enamorarse, lleno de cultura pop, de amor, de comunidad, de apoyo y de lucha. Enseñándonos las cosas buenas que había, pero también el terror y la impotencia ante la muerte prematura. Es un canto a la vida y un recuerdo por aquellos que sufrieron y lucharon por los que vendrían después.

Muchas gracias a Puck por el ejemplar para reseñar