Título: Todas las promesas que rompimos
Autor: May Boeken
Editorial: Phoebe
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 406
Cuando tu mejor amiga se casa y tú sigues soltera, te agarras una buena cogorza. Si no, no es la boda de tu mejor amiga. Punto. Eso sí, lo de acabar intimando a lo loco con él no estaba previsto. En mi defensa, debo decir que asistí a la boda sin la supervisión de un adulto, lo mínimo que necesito para no liarla parda cuando hay barra libre y un soltero apetecible en la zona. ¿En qué momento me pareció que aquello era una buena idea? Al final, iba a pagar caro el no ceñirme al plan original de emborracharme. Nada salió como había esperado, a pesar de que aquella noche fue mágica. Pero lo que son las cosas: aunque nos habíamos prometido distancia, el maldito (o bendito) destino hizo que no tuviéramos más remedio que volver a colisionar.
Durante la boda de su mejor amiga, Ana se arrimó a cierto soltero apetecible, con escapada al baño incluida. Se suponía que sería solo cosa de una vez y que no volverían a verse. Pero el destino es caprichoso y sus caminos volverán a unirse de formas insospechadas.
Hace varios días que acabé de leer esta novela. La he analizado mucho y he dejado que pasase algo de tiempo antes de escribir esta reseña. Aun así, me está pareciendo una reseña dificilísima de escribir. Quiero hacerle la justicia que se merece. Y todo sin decir nada que sea spoiler o se le parezca mínimamente. Me pasa una cosa con esta historia y es que contiene algunos elementos que me llaman mucho la atención y que me animan mucho a leer una novela. Sin embargo, son esos elementos de los que no puedo hablar. Así que espero poder transmitiros lo mucho que me ha gustado la novela sin todas esas cositas maravillosas que tanto me han encantado.
La protagonista de esta novela es Ana, un personaje que ya conocimos en la bilogía anterior de la autora y que me despertaba mucha curiosidad. Ana es una persona muy especial, diferente a cualquier persona que hubiese leído antes, por lo que tenía ganas de conocerla en primera persona y ver qué hacía la autora con ella. Lo primero que tenéis que saber de Ana es que no tiene ningún filtro. Dice lo que piensa sin dudarlo. Pregunta lo que quiere cada vez que tiene curiosidad. Y utiliza el sarcasmo como arma arrojadiza. De buenas a primeras parece una persona algo agresiva y un poco bruta, pero también da la sensación de que es una actitud que utiliza un poco como escudo. Es una mujer que guarda cosas en su interior. Conocerla es una montaña rusa. Y su evolución incuestionable. Es un personaje maravilloso, aunque alguna vez la hubiese zarandeado a gusto.
El hombre en cuestión es un rubio que podría protagonizar la portada de cualquier revista. Es lo opuesto a Ana, un hombre contenido, que piensa las cosas antes de hacer nada, educado y comedido. Algunas personas lo calificarían de soso y frío. La realidad es que es un hombre que no pasa por su mejor momento, que se vio en una situación dolorosa antes de lo esperado, teniendo que crecer y hacerse excesivamente responsable a marchas forzadas. Lo bueno que tiene es una familia que le apoya, unos amigos que darían lo que fuese por él y un trabajo que le encanta, aunque sea un poco peligroso. Su evolución es diferente a la de Ana, pero no menos contundente. Es un hombre que está atrapado en el tiempo y que tendrá que decidir si está dispuesto a seguir adelante o quedarse varado para siempre.
Una de las cosas que más me han gustado han sido los personajes secundarios. Todos tienen mucha personalidad y algunos tienen tanta presencia que hasta se merecen una mini o gran historia para ellos solos. Muchos son un apoyo constante para los protagonistas, personas que están ahí para escucharles y aconsejarles lo mejor posible. Pero no todo ha sido maravilloso, ya que hay más de un personaje desagradable, que ayudan a dar profundidad a la historia y a hacer que los protagonistas sean más complejos. Pero que no me han gustado nada, por muy esenciales que sean.
En cuanto a la historia, yo diría que trata de los dos protagonistas por separado antes que nada. Ninguno está bien, por lo que necesitan crecer, evolucionar y quererse a ellos mismos antes de pensar en querer a alguien más. Creo que la autora ha hecho un gran trabajo con ellos. Para mí están muy bien definidos, son personajes muy bien construidos y llenos de complejidad. Y tendrán que enfrentarse a situaciones complicadas que le obligarán a crecer o a hundirse. Es una historia que nos habla mucho de la familia desde puntos muy variados y diferentes, con la amistad como aspecto muy importante y fundamental, que trata el duelo, los celos, el amor propio, la soledad… Una novela muy completa, muy realista y tratada con mucha sensibilidad. Y lo que más me ha gustado es que contrarresta muy bien estas partes más duras y serias con otras que te hacen reír a carcajadas y que te lo hacen pasar muy bien. Es un equilibrio perfecto.
La parte del romance, por su parte, me ha encantado. Desde el principio es evidente que los dos tienen una química brutal y que la atracción que sienten el uno por el otro es imposible de ignorar. Sin embargo, ambos prometen no caer en la tentación, ya que su situación no es la más idónea para dejarse llevar. Es una relación que va evolucionando poco a poco, con los dos acostumbrándose al otro, pasando tiempo juntos, comenzando a construir una amistad, a la vez que trabajan en sus propios problemas personales. Esto ha sido esencial para mí, ya que no ha caído en un romance tóxico, sino que se ha ido trabajando para evitarlo. Luego, que acaben juntos o no ya lo tendréis que descubrir vosotros.
La narración es una primera persona desde el punto de vista de los dos, que ya sabéis que es mi preferida en la romántica. En este caso, además, era muy necesaria, ya que los dos se encuentran en un punto personal bastante complicado y era muy interesante poder ver el punto de vista de los dos y su evolución. Son capítulos que no me parecieron especialmente cortos, pero que se me pasaban volando. Es una narración muy ingeniosa por parte de Ana, más seria por parte de él, pero las dos llenas de información muy valiosa. Los diálogos tienen mucha chispa y hay mucho tira y afloja la mar de divertido. Por mucho que no quieran tener nada, les resulta difícil dejar de jugar. Me pasaba que acababa un capítulo y de repente había empezado otro sin darme cuenta. Parar de leer era muy difícil. He disfrutado mucho leyendo esta novela.
Todas las promesas que rompimos nos cuenta la historia de dos personas que no están pasando por su mejor momento personal, que no pensaban volver a verse jamás, pero que el destino decidió unir. Una historia de personajes, con mucha evolución y que combina perfectamente el drama con la diversión. Una novela que trata muchos temas importantes y que merecen su visibilidad. Una historia completa, compleja y muy bien contada. Un viaje en montaña rusa que repetiría sin dudarlo.
¡Hola! Me ha llamado mucho la atención, así que me lo apunto. ¡Un beso! 💛
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