Título: Conexo
Autor: Carlos García Miranda
Editorial: Destino
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 480
El tren que lleva a los estudiantes de Conexo a esquiar descarrila al atravesar un túnel en las montañas. Eva, Noel, Sabina, Gabi, Ana y Sam son los únicos supervivientes. Pero nadie acude a rescatarlos. Y es que en Conexo hay seis chicos idénticos a ellos ocupando su lugar… ¿Por qué están duplicados? ¿Qué ocurrió realmente en el túnel de la montaña? El grupo tendrá que resolver el rompecabezas antes de que el mundo colapse por su culpa.
Los estudiantes de Conexo están en un viaje de tren cuando
ocurre un accidente. Cuando despiertan, solo son seis los supervivientes. Pero
eso no es lo más extraño. Lo más extraño es que no hay ni rastro del resto del
tren, ni gente que acuda a rescatarlos. Ni siquiera las leyes del
espacio-tiempo parecen las mismas. ¿Qué está sucediendo?
Conexo es un libro que, a nivel de personajes, viaja por
todo el espectro de posibilidades de personalidades adolescentes. Al menos es
lo que parece al principio. Me recordaban mucho a los chavales de las típicas
pelis americanas ambientadas en un instituto. Lo bueno es que consiguen
aprender de lo que les suceden, evolucionan, crecen y maduran como personas.
Tenemos, por ejemplo, a Sam. Una de las estrellas del equipo
de fútbol, popular y novio de la más popular. Es el típico héroe, ese chico
que, a pesar de ser popular, no siente que deba odiar a los marginados, ese
chico que intenta que todo el mundo se lleve bien y sea feliz, el que intentará
mantener el orden y salvar a todos. Todos tienen este principio estereotipado,
pero, insisto, al final son algo más, consiguen madurar y crecer como personas.
Sam es un chico que se deja llevar por la corriente. En realidad no está feliz
con su vida, sabe que hay algo que le falta, pero no tiene el coraje para hacer
nada al respecto. A mí, personalmente, es un personaje que me ha gustado mucho.
La susodicha novia popular es Ana. Una bruja de manual, de
esas que ni en una situación de crisis es incapaz de dejar de hacer sufrir a
los demás. La tía es repelente absolutamente siempre. Ella es la excepción que
confirma la regla. Nada más que añadir de la pava esta.
Gabi es ese chico que viene de una familia desestructurada.
Falto de atención y de cariño, se dedica a trapichear con drogas y a repetir
curso. Va siempre por libre, no necesita a nadie para hacer lo que quiera. Lo
que no sabe es lo que se está perdiendo en realidad. Cuando uno está solo
durante tanto tiempo, no sabe cómo se siente tener compañía sincera. Gabi ha
sido uno de mis personajes favoritos. Su evolución ha sido de las más emotivas
y reales.
Noel es el emo que siempre se esconde tras su flequillo
largo. Es un pringado que solo tiene una amiga, pero que al menos es bastante
feliz (ahora), porque es auténtico y como quiere ser. O eso es lo que él
piensa, porque hay un estado intermedio entre ser el más popular y ser el más
marginado. Noel tiene mucho que ofrecer al mundo, solo necesita un poco de
valor para hacerlo. Y su amiga es Eva, creo que mi personaje favorito del
libro. Es una decisión difícil de tomar. Eva es la otra pringada. Se pasa los
días con Noel, viendo pelis y leyendo libros de ciencia ficción. Es la vida que
ella quiere, porque prefiere estar muerta que ir de fiesta y escuchar a
pitbull. El problema de Eva es que ve el mundo en blanco y negro. Con ella solo
hay extremos. Pero el mundo tiene mucho más que ofrecer. Hay su sinfín de
posibilidades. Toda una escala de grises por la que poder moverse. Es la que
más abierta está a posibles teorías, la que lleva un poco la voz cantante junto
con Sam.
Y, por último, tenemos a Sabina, la chica nueva que se acaba
de mudar y todavía no conoce a nadie. Es la que más libremente habla con menos
prejuicios, al no estar encasillada todavía. Es una chica sencilla, normalita y
sincera. Con Sabina he tenido mis más y mis menos.
En general, todos han sido personajes bastante reales y muy
fieles a sí mismos. Creo que esa es una de las cosas esenciales para conseguir
una evolución creíble. Si no se tiene una personalidad marcada es difícil que
se pueda apreciar un cambio consistente. Todos me han recordado un montón al
grupo de chavales que se enfrenta a la invasión alienígena en The Faculty, una película que el propio
Miranda nombra en el libro.
La historia está muy bien conseguida. Siento que ha hecho un
poco como con Enlazados, coger ideas que otros ya han utilizados y darle una
vuelta de tuerca. Y juega con ella. Cuando empieza el libro lo único que pude
pensar fue: Destino Final. Y uno de
los personajes utiliza también el nombre de la película para decirle a otra lo
loca que está. A eso me refiero, que lo usa y lo remarca, convirtiéndolo en
suyo de esa forma. Me ha parecido muy inteligente por su parte. Pero son solo
pequeños detalles que nos llevan al grueso de la historia. Todo el libro está
lleno de misterio. Al principio no sabía qué era lo que estaba sucediendo.
Conforme va avanzando la historia te centras más. Pasas de no saber qué pasa a
no saber por qué pasa. Lo genial de todo es que el autor, de ver en cuando, te
metía algún capítulo que trastocaba los esquemas y volvías a estar perdido. A
mí me tenía muy enganchada con todo esto, notaba como jugaba conmigo, captando
mi atención a cada capítulo. Además, le agradezco la pequeña intrusión del
romance, que a mí me da la vida. No tiene, ni por asomo, la misma importancia
que todo lo demás en el desarrollo de la historia, pero lo considero un buen
punto, ya que creo que este tipo de situaciones acerca a las personas que las
viven. Y el final ha sido genial, lleno de un frenesí trepidante que te
mantiene en vilo, que aprietas el acelerador junto con los protagonistas. Un
final tan bien planteado que fue lo que me hizo darme cuenta de cuanto había
conseguido meterme en la historia. Y está todo excelentemente explicado. No sé
si será verdad o no, pero ahora creo a pies juntillas en todo lo que el señor
Miranda ha expuesto en este libro. Otro punto a su favor.
La narración es una tercera persona que no se está quieta
nunca en ningún personaje. Cambia de uno a otro con agilidad, dándonos siempre
el punto de vista de cada uno de ellos en todas las situaciones. No se centra
en nadie de una forma más marcada. Y, además, también tenderemos otros puntos
de vista de otros personajes que serán lo que más misterio aporten. Son esos trozos
de los que os he hablado antes que me descolocaban. Los capítulos son bastante
cortitos, con cambios de puntos de vista dentro de ellos. Esto hace que el
libro tenga muchísima agilidad. Además, siempre está pasando algo. Los finales
de capítulo acaban siempre con algo que te obliga a seguir leyendo. Es de esos
libros que vale más la pena para a mitad capítulo si tienes que hacerlo que
esperarte al final, porque entonces ya estás perdido. Lo único que no me ha
convencido del todo han sido los diálogos. Me han parecido un poco forzados. Es
una sensación que intenté explicar una vez y que no me salió, así que ni
siquiera lo voy a intentar esta vez. De todos modos, es algo muy personal,
puede pasaros a vosotros también o no. Pero sí que me gustó el lenguaje que
usaba. Le ha faltado un par de tacos aquí y allá, pero era muy de adolescentes
de ahora.
En definitiva, una historia con un misterio que se
mantiene en su punto álgido hasta el final. Unos personajes un poco
estereotipados al principio, pero que sí me han resultado reales y normales, y
con una muy buena evolución a lo largo de todo el libro. Y un final que deja
los cabos bien atados, pero con una puerta abierta para que el lector también
pueda jugar a esbozar el futuro. No pensaba que me iba a gustar tanto, la
verdad, pero lo ha hecho.
Hola Mandy. Tengo una amiga que esta loca para leer este libro pero no me había fijado mucho este libro hasta ahora. Me dejaste con ganas de leerlo. Besos
ResponderEliminar❤ Blog Capricho Literario
A mi me llama un monton!!!
ResponderEliminarA ver cuando puedo hacerme con él.
Un besazo!