Título: Entre Tonos de Gris
Título Original: Between Shades of Gray
Autor: Ruta Sepetys
Editorial: Maeva
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 288
Junio de 1941, Kaunas, Lituania. Lina tiene quince años y está preparando su ingreso en una escuela de arte. Tiene por delante todo lo que el verano le puede ofrecer a una chica de su edad. Pero de repente, una noche, su plácida vida y la de su familia se hace añicos cuando la policía secreta soviética irrumpe en su casa llevándosela en camisón junto con su madre y su hermano. Su padre, un profesor universitario, desaparece a partir de ese día.
A través de una voz narrativa sobria y poderosa, Lina relata el largo y arduo viaje que emprenden, junto a otros deportados lituanos, hasta los campos de trabajo de Siberia. Su única vía de escape es un cuaderno de dibujo donde plasma su experiencia, con la determinación de hacer llegar a su padre mensajes para que sepa que siguen vivos. También su amor por Andrius, un chico al que apenas conoce pero a quien, como muy pronto se dará cuenta, no quiere perder, le infunde esperanzas para seguir adelante. Este es tan solo el inicio de un largo viaje que Lina y su familia tendrán que superar valiéndose de su increíble fuerza y voluntad por mantener su dignidad. ¿Pero es suficiente la esperanza para mantenerlos vivos?
Lina estaba cumpliendo sus sueños cuando Stalin decidió
invadir Lituania y enviar a sus ciudadanos a campos de trabajo. Lina no
entiende lo que está pasando, no entiende por qué se la están llevando lejos de
su casa. Pero esos primeros momentos de terror y desconcierto no serán nada
comparados con los que la esperan.
Lina es una joven normal y corriente. Es feliz con su vida,
es inteligente y excelente en el arte. Tiene sus propias ideas y no dejan de
repetirle que tenga cuidado con ellas. Tiene la típica vida de cualquier
adolescente de clase media de la época. Cuando se la llevan de su casa la sacan
de su burbuja. Lina empieza a vislumbrar cómo es el mundo en realidad, tendrá
que hacer frente a las vivencias que le depara el futuro y, sobre todo, tendrá
que luchar por entender lo que está sucediendo. Al principio del libro estará
muy confusa, pero con un carácter fuerte e inquebrantable. Eso me gustó mucho
de ella. Su evolución es brutal, tendrá que madurar mucho para no levantarse
muerta un día. Es genial.
También me gustó mucho Elena, la madre de Lina. Es una mujer
con una fuerza extraordinaria, con un aguante brutal y un orgullo digno de
admirar. Era como el pilar que sustenta toda una casa. Una heroína en todos los
sentidos. Una mujer que tiene respuestas a muchas preguntas, pero que preferirá
guardárselas para sí.
O Andrius, un joven que acaba en el mismo grupo que Lina. Un
joven que parece más maduro que la mayoría de gente del campo de trabajo. Él
también tiene muchas respuestas, pero también nos irá dando lo que considere
oportuno. Valiente, protector y todo un encanto. Me deparó alguna que otra
sorpresa.
Podría hablar, además, de Jonas, hermano de Lina, un niño
lleno de inocencia que es incapaz de ver la gravedad del asunto al principio.
Un niño que perderá su infancia de golpe y de la forma más cruel. Si alguien
crece mucho en el libro es él. O podría hablar de cualquiera de las personas
que les acompañan en este viaje, de los cautivos y de los soldados. Todos son
una mezcla de personas y caracteres que nos dan una visión amplia y rica de lo
que podría ser uno de estos lugares desde ambos puntos de vista. Desde aquellos
que aguantan mejor, a otros que se quiebran bajo la presión. Desde guardias
crueles, a otros que dejan ver un trocito de humanidad a través de su mirada. Ruta
Sepetys no se deja nada en la carta de personajes.
La historia es fascinante. Después de la Antigüedad Clásica,
la Segunda Guerra Mundial es mi época favorita, así que ya os podéis imaginar
lo encantada que estaba. Además, os prometo que he leído muchísima historia en
mi vida y jamás había leído sobre esto. Lo que sucedió con Stalin y los campos
de trabajo fue algo que no me enseñaron en la escuela, algo que no se nombra
cuando se habla de la guerra, a pesar de comenzar ambos casi al mismo tiempo.
El caso es que leí esta historia, lo flipé, me enfadé, lloré y maldije. Me
llegó tan al corazón que todavía tengo ganas de romper algo. Y, sobre todo,
estoy muy feliz de haber leído esto, de haberme enterado de lo que sucedió al
otro lado. De descubrir que Stalin era un monstruo todavía más desalmado que
Hitler.
Pero dejando de lado mis gustos personales y como me dejó el
enterarme de todo esto, la historia no tiene desperdicio. Es cruda, es real, no
creo que Ruta descafeíne absolutamente nada. Tampoco sentí que estuviese
exagerando otras cosas. Creo que lo que aquí nos cuenta es, simplemente, la
realidad. Y es muy dura. No es una historia agradable, no es una historia de
amor ni de triunfos ni de felicidad final. No es un cuento de hadas. Es lo que
pasó. Pero sí hay amor, si hay fuerza, si hay coraje y determinación para
sobrevivir, para intentar llevarlo lo mejor posible y esperar a que llegue la
ayuda. Una historia de esperanza. También de desesperanza. Trata los diferentes
estados que una persona es capaz de tener en una situación como esa. Y lo mejor
de todo es que está tan bien documentada, que sabes que te lo puedes creer
todo, porque saber que todo lo que aparece ahí le sucedió a alguien que se lo
contó a la autora para que pudiese escribirlo. Todavía hoy se me pone la piel
de gallina.
La narración es una primera persona con la confusa, pero
desafiante voz de Lisa. Y es una gran narración porque Lisa tiene la edad
perfecta para que podamos descubrir las verdades de este mundo poco a poco.
Para que podamos recorrer el camino desde el principio hasta el fin en orden.
Porque es lo suficientemente joven para que si inocencia no le permita saber lo
que ocurre al principio, pero lo suficientemente mayor para darse cuenta de
todo poco a poco. La narración, además del presente, muestra diversos
flashbacks del pasado de Lina que están relacionados con lo que va sucediendo
en el presente. Ambos generan un juego muy interesante, un contraste muy
marcado y desgarrador. Y, gracias a todo esto, la historia se lee muy rápido y
con el corazón en un puño. Magnífica.
En definitiva, un retrato real y desgarrador de una época de
la historia que se escondió desde el primer momento. Con una protagonista que
sufrirá una evolución brutal, permitiéndonos ver y creer que lo que estamos
leyendo es real. Una historia dura, brutal, admirable. Brillante.
¡Hola! Tengo muchas ganas de leer este libro ^^ mi hermana lo leyó y le encantó; y después de leer tu reseña pues no me cabe ninguna duda de que tengo que leerlo en breve :3 debo ser masoca, pero este tipo de historias y ambiente me gustan mucho :P
ResponderEliminarGracias por la reseña. ¡Un beso!
¡Hola!
ResponderEliminarMuy bonito :')
Jopé, es que no esperas todo lo que te cuenta, y además no se hace pesado y engancha. Aprendes y te diviertes a la vez!
Un beso! ♥
Lo tengo en la estanteria pendiente de leer y estoy segura de que no me decepcionará .
ResponderEliminarGenial la reseña.
Besos.
Reconozco que los libros ambientados en épocas históricas o guerras no son lo mio, pero este me llama mucho la atención.
ResponderEliminarBesotes