Reseña: Ciudad del Fuego Celestial - Cassandra Clare

Título: Ciudad del Fuego Celestial
Título: City of Heavenly Fire
Autor: Cassandra Clare
Saga: Cazadores de Sombras #6
Editorial: Destino
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 672

ERCHOMAI, HABÍA DICHO SEBASTIAN
Voy de camino.
La oscuridad ha regresado al Mundo de las Sombras. Mientras su mundo se desmorona alrededor, Clary, Jace, Simon y sus amigos deben unirse para luchar contra el mayor enemigo al que se han enfrentado nunca los nefilim: el hermano de Clary. No hay nada en el mundo que pueda derrotarle; ¿deberán ir a otro mundo para tener una posibilidad? Se perderán vidas, se sacrificarán amores y el mundo entero cambiará en el sexto volumen de la serie Cazadores de Sombras.

El mundo de los Cazadores de Sombras espera. Espera a que Sebastian decida que ha llegado el momento de salir de su escondite y comenzar la lucha. Mientras tanto, Jace lucha por controlar el fuego celestial que corre por sus venas. Y Clary lucha por controlar la frustración que le produce el no poder tocar a su novio. Y ambos luchan por encontrar la forma de vencer a Sebastian de una vez por todas y poder continuar con sus vidas.

Al fin… Al fin hemos llegado al final. Tanto tiempo de espera, tantos años de libros fantásticos, para llegar a este momento y maldecir al mundo porque se ha acabado. Yo fui de las que critiqué un poco a Cassandra porque parecía que no pensaba escribir otra cosa en su vida que series de Cazadores de Sombras, pero no me importa. Porque después de acabar este libro sé que necesito más. Me encanta este mundo, me divierte, y no pienso renunciar a él si no tengo que hacerlo. Y tengo que decir que ha sido un final fantástico que no me ha decepcionado en absoluto.

Comenzaré el repaso de personajes con Clary, como no podía ser de otra manera. Nuestra Clary que ya es toda una cazadora. Me ha encantado. Tal vez es porque ha pasado mucho tiempo desde el último libro y no recuerdo bien como era entonces, el caso es que la he visto mucho más suelta, más la adolescente que es. Un poco más Jace, con bromitas graciosas y un toquecito de sarcasmo muy bueno. La he notado más libre en su relación con Jace, con un comportamiento más natural y normal de cualquier persona. Cada vez que se frustra porque no puede besarle correctamente, las connotaciones sexuales de algunos comentarios… Eso me ha gustado mucho porque le ha dado realidad al personaje, y algo de ligereza a todo el drama que están viviendo. Bueno, y a estas alturas ya sabemos que Clary es una chica valiente, con carácter y fuerte. En este libro tiene que superarse a sí misma y creo, desde mi punto de vista, que lo consigue. Sigue siendo una gran chica para mí.

Debo continuar con Jace, porque mi corazón así me lo pide. Si quitamos a Edward Cullen del mapa, Jace fue mi primer amor literario, y eso es algo que nunca se olvida (romántica empedernida hablando aquí). Siempre ha sido un personaje que me ha gustado mucho porque me hacía reír. Su sarcasmo egocéntrico siempre estará entre lo mejor de la literatura. En este libro, la oscuridad lo tiene sitiado. Está lleno de remordimientos y culpa. Conocer al dedillo la mente de Sebastian le hace creer que es tan malo como él. Y lo comprendo. La vida de Jace nunca fue fácil. Creo que es un chico en extremo vulnerable. Y ahora que no tiene ese muro que antes le protegía es aún peor. Pero el chico sigue encontrando momentos para sacar su lado juguetón y hacerme reír. Y todo gracias a Clary. Es muy bonito ver cómo se apoyan el uno en el otro. Como una simple palabra de ella puede cambiar tanto la percepción que él tiene de sí mismo. Me gusta el Jace en el que se va convirtiendo poco a poco mientras supera sus problemas.

Y me ha sorprendido lo mucho que me ha gustado Alec en este último libro. Nunca he sido una gran fan de este chico. Tampoco es que me haya disgustado en ningún momento. Simplemente me era bastante indiferente. Creo que a él le ha beneficiado el lapso de tiempo entre libros. También lo he visto más vulnerable que en el pasado. He visto a un Alec que madura a grandes pasos, a la vez que su lado más infantil sigue buscando la aprobación de su padre. He visto a un Alec que ha encontrado el amor y lo ha perdido, y que está intentando aprender a vivir con ello. A un Alec que sufre, que pierde los nervios y que, por encima de todo, lucha más que nadie por todo aquello que quiere y le importa. También se me ha antojado más humano que nunca.

A Simon e Isabelle los voy a poner juntos porque para mí ya siempre irán en pack. La evolución de Simon creo que ya estaba casi toda hecha. El momento en el que su madre lo tira de casa marca el punto y aparte de su vida. Sí que lo que visto más valiente y luchador que nunca. No quiere que nadie luche por él, es capaz de hacerlo él mismo. A Isabelle le marcó la muerte de su hermano y el terrible secreto que sus padres llevan guardando nueve años. Su mundo está en pedazos, desmoronándose. Jace y Alec son sus pilares, hasta que un tercer pilar se une: Simon. Ha sido muy bonito verlos interactuar juntos. Como Simon la va reconstruyendo sin que ninguno de los dos se dé cuenta. Voy a volver a repetirme, pero ella también alcanza un gran nivel de vulnerabilidad. Algo que, pensándolo bien, creo que es necesario para poder curarse y seguir adelante con la vida más fuerte que antes. Totalmente precioso.

Y hay un millón de personajes más. Personajes que serán protagonistas en futuras sagas, o al menos esa es la impresión que me ha dado a mí. Es imposible nombrarlos a todo, así que destacaré a los que más me han llamado la atención. A Magnus lo he metido aquí porque ya es alguien a quien doy por hecho, una constante. Pero el chico también evoluciona una barbaridad en este libro y me he hecho caer rendida a sus pies. Vulnerable también es una palabra que se le ajusta muy bien. Sebastian me ha encantado. Su maldad intrínseca, su mente privilegiada. Zachariah también ha sido una sorpresa de lo más agradable. La joven Emma con su amigo Julian. Maia. Ha sido un libro muy completo a nivel de personajes.

La historia está plagada de una oscuridad fascinante y de un dulce sabor a final. Llena de anticipación. Plagada de acción. Cargada de romance. De luchas, de valor, de dolor, de risas, de lágrimas. Ha sido un gran último libro. Como la persona más romántica del mundo que soy, puedo decir que estoy satisfecha con lo que Cassandra me ha ofrecido. Hay romance por todas partes, pero sin ser pasteloso. Si exceptuamos algunos momentos puntuales. ¿Pero se puede no ser pasteloso cuando se cree que se va a morir? Cada pequeño detalle, cada mirada, cada roce, me hacía feliz. Ha sido muy bonito.

Y la parte de la acción ha sido fantástica. La ambientación es inmejorable. Se olía la prisa en el ambiente, el final inminente. Está lleno de batallas y enfrentamientos desde el prólogo hasta la última página. Con un final agridulce delicioso. No sabía si reírme o llorar, si estar alegre o triste. Y el epílogo… No diré nada porque todo podría ser un spoiler, pero estoy casi segura de que ya lo había leído antes. Me ha resultado enormemente familiar. Ha sido muy chungo todo. Pero más que satisfactorio. E insuficiente. Y muy “sutil” el cabo suelto que deja para la nueva saga.

La narración vuelve a ser una tercera persona que viaja por una gran cantidad de los personajes que intervienen en la historia. Realmente no hay mucho que decir en este apartado que no se haya dicho ya. En todo caso, me gustaría decir lo mucho que me ha encantado que los capítulos sean largos, porque así me ha ayudado a leer mucho más rápido. Aunque tampoco es que necesitase demasiado esa ayuda.

En definitiva, para mí ha sido un gran final. Lo ha tenido todo. Me ha hecho sentir muchas cosas. Me ha dado lo único que estaba pidiendo desde el principio de los tiempos. Así que me puedo sentir satisfecha. Considero que ha hecho un buen trabajo abriendo en canal a los más protagonistas para intentar reconstruirlos de nuevo. La ambientación ha disparado mi lado más artístico. Un capítulo tras otro de acción, amor, traiciones, batallas y conversaciones internas con uno mismo. Ha sido perfecto (subrayo el para mí). 

-Te amo –dijo él-. No te lo digo lo suficientemente a menudo. Te amo.