Reseña: En la Oscuridad Resplandecen las Estrellas - Diana Peterfreund

Título: En la Oscuridad resplandecen las Estrellas
Título Original: For Darkness Shows the Stars
Autor: Diana Peterfreund
Saga: En la Oscuridad resplandecen las Estrellas #1
Editorial: Oz Editorial
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 384

Han pasado generaciones desde que el experimento genético que tenía que transformar la Tierra fracasó y diezmó a la humanidad generando una sociedad donde la tecnología es ilegal y donde el poder está en manos de una reducida casta de personas, la nobleza ludita.

Elliot North es una ludita disciplinada que dirige la hacienda de su padre. Cuando Kai, su sirviente y primer amor, le pide que se fugue con él, ella lo rechaza.

Cuatro años después, Kai regresa formando parte de un poderoso grupo de post-reduccionistas libres que amenazan el rígido control ludita con sus ideas transgresoras. Elliot tiene una segunda oportunidad, pero sabe que intentar recuperar el amor de Kai significa traicionar todo aquello en lo que le enseñaron a creer…

La Reducción llevó a la humanidad al borde de la extinción. Solo aquellos que dejaron su ADN intacto sobrevivieron sin consecuencias. El resto, los que siguieron con vida, tuvieron que conformarse con una existencia mediocre. El mundo pasó de ser grande y con avances increíbles, a conformarse de unas pocas islas y a parecerse al sur de Estados Unidos antes de la Guerra de Secesión.

La que nos presentará este mundo como protagonista es Elliot North. Ella es descendiente de las personas que no hicieron modificaciones en su cuerpo, que pensaban que jugar a ser Dios era una mala idea. Es, por lo tanto, una de las personas que gobiernan el mundo ahora, siendo la hija del hombre que posee una de las haciendas más grandes y prósperas del mundo. Es una chica que cree en lo que la han educado. Pero también es mucho más. Elliot tiene mente propia, no piensa que sus esclavos son inferiores a ella, se preocupa por toda la gente a su cargo y hará lo que sea necesario para protegerles. Tiene un enorme corazón y una optimista visión del mundo. Sin embargo, todavía le queda mucho por aprender y evolucionar. Algo que tendrá que hacer a lo largo del libro.

Me atrevería a decir que el resto de personajes que aparecen, la mayoría de ellos, están igualados a nivel de importancia. El padre de ella es un personaje esencial para conocer lo que significa ser ludita (como se llaman aquellos que se salvaron de la reducción). Esa superioridad, esa despreocupación, esa creencia de que tienen que ayudar a los más desfavorecidos y que estos deberían estar agradecidos por todo lo que obtienen. En un principio es una actitud buena, en teoría, altruista, pero en el fondo no es más que esclavitud. La hermana de Elliot también es muy interesante porque es como Elliot debería ser. Representa como una ludita adolescente debería comportarse. Y luego tenemos a Olivia y Horacio, vecinos luditas que nos enseñan la parte más relajada de esta clase social. Ellos representan el cambio que está sufriendo la sociedad después de siglos con el mismo sistema. Ro nos mostrará lo que es ser una reducida. Dee lo que es ser una post (hija de reducidos que nace sin sus limitaciones) en una hacienda. Andrómeda y Donovan lo que es ser un post libre. Y así podría seguir.

Pero hay alguien a quien quiero destacar y que será el que más fomente el cambio en Elliot, el que la haga pensar, preguntarse cosas, evolucionar y aceptar y rechazar muchas cosas. Y ese alguien es Kai. Él era hijo del mecánico de la hacienda, hasta que cuatro años antes se cansó de ser un esclavo y se marchó en busca de un futuro mejor. Desde la primera línea se nos muestra que él y Elliot mantenían una estrecha amistad desde niños. Pero luego él se marchó, ella se quedó y cuando vuelve a verle no hay más que frialdad en su mirada, mientras que el corazón de ella sigue doliendo por la pérdida. Es difícil conocer a Kai por su frialdad y su indiferencia. El lector sabrá cómo era Kai antes de marcharse, pero descubrir al nuevo Kai es un trabajo arduo y lento. Pero me ha gustado mucho, sobre todo después del final. ¿Qué sabremos con seguridad? Que jamás se conformó con lo que tenía, que siempre quiso ver mundo, ser alguien más. Que creía en el futuro. Y que ahora tiene ese futuro en la palma de la mano.

Este libro se jacta de ser un homenaje distópico a la novela de Jane Austen, Persuasión. No la he leído, así que no sé hasta qué punto puede ser verdad o no. Lo que sí sé es que la historia es un poco confusa al principio. Algo normal cuando te presentan una sociedad nueva, a menos que el autor te haga un resumen pormenorizado en la primera página. Pero una vez atas todos los cabos es alucinante. Me ha gustado mucho el planteamiento que ha hecho la autora, el motivo que ha dado para el apocalipsis, las consecuencias, la reestructuración de la sociedad, la vuelta al siglo XIX. También me ha gustado mucho el tema religioso, que no es demasiado abundante, pero fue lo que se usó para dar respuesta a las calamidades que estaban pasando. Y es un tema que siempre me fascina. La ambientación también es fabulosa. Siempre he estado enamorada de las grandes plantaciones del sur de Estados Unidos, de esas casas majestuosas. Y mientras leía, cada párrafo me transportaba ahí. Aunque con algo de tecnología. Era un contraste muy vivo y creativo.

La historia es diferente a lo que yo pensaba que podría ser. No me imaginé algo así. No busquéis acción a raudales ni nada de eso. Es una historia tranquila que nos presenta una sociedad injusta y atrasada, que vive con los miedos del pasado, dispuesta a seguir con ese modelo hasta el fin de los días. Nos habla de personas que son inferiores, que están esclavizadas y que ya se han cansado de aguantar todo lo que les echen por un trozo de pan. ¿No os suena de algo? Es un claro reflejo de la sociedad actual, del descontento que hay ahora mismo del pueblo frente a los que mandan. Es la historia de una chica afortunada que tiene contacto con los diferentes estadios de esta sociedad, que aprende cosas, que escucha y que piensa que hay algo que se podría hacer diferente. Y también es la historia de dos personas que están en el lado opuesto de la cadena, que se hicieron amigos, se enamoraron y sufrieron por ello. Pues su amor es un imposible. Es la historia del reencuentro de estas dos personas, del dolor que sienten al verse, de la indiferencia, de la frialdad, de la desesperación que les rodea. No es un romance sencillo. Más bien es un romance de esos que sacan de quicio, porque no hay forma de que estén juntos.

La mayoría de la narración es una tercera persona cuyo centro es Elliot. Además, de vez en cuando nos encontraremos pasajes con cartas que se enviaban los amigos cada día. Esas, evidentemente, estarán escritas en primera persona por cada uno de ellos. Creo que la novela tiene un tono muy ominoso y solemne. Refleja muy bien el estado de ánimo de los personajes, ese descontento, esa conformidad de algunos porque no les queda otra, esa lucha de otros que han decidido intentar tener algo más. La falta de felicidad está muy patente, pero con pinceladas aquí y allá cuando la situación lo requiere. Puede parecer que es un libro deprimente, pero no lo es. Es un libro de lucha y esperanza. Un libro que se lee en un suspiro, en parte por esa curiosidad de saber si Elliot y Kai volverán a arreglarse. Yo leía y leía, ávida por cada escena entre ellos dos que la autora tuviese el gusto de ofrecerme. Un libro que, al principio supuso una pequeña decepción, pero que, analizando todo lo que os he dicho antes, creo que es un gran libro, con un buen planteamiento para seguir con la aventura. Porque creo que eso es lo que el segundo libro va a ser. Toda una aventura.

Así pues, tenemos aquí un libro que nos presenta una sociedad que sobrevivió como pudo a un desastre que casi provoca la extinción del hombre. Nos presenta una sociedad que ha evolucionado desde entonces. Una sociedad dispuesta a llegar a la revolución por sus derechos. Con un romance lento y complicado, envenenado por las decisiones del pasado, emponzoñado por creencias falsas. Un libro con una narración muy evocadora y que promete mucho en su continuación. Por favor, Diana, no me decepciones. 

Recogiste mi mano en la tuya, con las palmas hacia arriba, nuestros dedos doblados hacia dentro como un par de hojas caídas. Caídas, tal vez, pero no muertas: jamás había sentido la mano tan viva. Cada parte de mí que tocabas lanzaba chispas de energía. No pude dormir. No pude dormir así.