Título: Prohibido
Título: Forbidden
Autor: Tabitha Suzuma
Editorial: Oz
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 384
Lochan y Maya siempre se han sentido más amigos que hermanos. Ante la incapacidad de cuidarlos de su madre alcohólica y la ausencia de un padre que los abandonó, los dos jóvenes deben hacerse cargo de sus tres hermanos menores y esconder su situación a los servicios sociales, porque ninguno de los dos es mayor de edad.
La responsabilidad que comparten y las dificultades a las que se enfrentan les unen, hasta empujarlos a enamorarse. Ambos saben que su relación está mal y que no debe continuar, pero al mismo tiempo no pueden controlar sus emociones y la atracción que los domina.
Lochan y Maya son hermanos. Pero sus vidas son muy diferentes a las de cualquier adolescente normal. Trabajan duro para mantener junta a su familia, con un padre que se marchó y una madre que es como si lo hubiese hecho. Y así, sin saber cómo, acaban enamorados.
Si alguien os dice que escoger este libro para siguiente lectura es fácil os está mintiendo. Este libro es un gigante tabú en sí mismo, formado por varios pequeños y uno muy grande. El tema no es cómodo, desde la cosa más pequeña del día a día hasta la relación de los dos hermanos. Pero que maravilloso ha sido leerlo. Y ahora os contaré por qué.
El personaje de Lochan es uno de los mejores personajes que sé que podré conocer en mi vida lectora. Cuando su padre los abandonó, él tendría como trece años y ya se lo echó todo a la espalda. Imaginaos lo que puede suponer para un niño de trece años perder a sus padres y convertirse él en padre de sus cuatro hermanos. Lochan se convierte en un adulto de la noche a la mañana, desarrollando una fobia que le impide hablar con la gente que no es de su familia, un inadaptado social. Y cada vez va a peor, según su madre se va volviendo más alcohólica y quedando más con sus novios. Hasta que llega Maya y le echa una mano. Es un chico súper dulce, tranquilo, muy bueno, capaz de todo porque los servicios sociales no se enteren de su situación y los separen.
Maya acabará siendo la mamá de esta familia. Ella tiene un año menos que Lochan, separados solo por unos pocos meses. La diferencia entre los dos es que Maya parece más una adolescente, aunque sin pasarse. Su vida fuera de la casa es más normal: ella sí habla con la gente, tiene amigos y queda con algunos de vez en cuando. Dentro de la casa hace su parte de trabajo de las labores del hogar, ayuda a sus hermanos con los deberes, ayuda a educarles, calma los ánimos cuando se ponen tensos y arropa a los más pequeños cuando llega la hora de acostarse. Lo que viene a ser una madre en funciones. Ella es más alegre que Lochan, más ligera, pero comparten muchas de sus preocupaciones y del peso que mantener a una familia trae consigo.
Y el resto de los hermanos son también personajes fantásticos. Kit tiene ahora trece años, en plena adolescencia, y se comporta tan difícil como un adolescente puede ser. Detesta que su hermano le dé órdenes como si fuese su padre y siempre está desobedeciendo y de mal humor. Tiffin es el siguiente en la lista. Él es demasiado pequeño para darse cuenta de muchas cosas, así que obedece (aunque con la reticencia de todos los niños) y pide permiso para jugar a fútbol cada noche. Y Willa es la pequeñita de cinco años más bonita que puede existir. Es muy dulce, un amor, con una sonrisa capaz de iluminar el mundo, y que no entiende por qué su madre no es la que la arropa cada noche. Todos ellos son personas con muchas carencias que se ven obligados a crecer demasiado rápido.
A mí me encantan las historias que son un tabú. Puedo sentirme muy incómoda con ellas, pero la ficción permite que estas historias puedan ver la luz del día y a mí me gusta leerlas. Y no es más que eso: ficción. Algo que en un libro me encanta leer puedo sancionarlo perfectamente en la vida real, porque sé que en un libro nadie sale herido en la vida. Excepto mi corazón con esta historia, aviso.
Y, a pesar de esto, admito que empecé el libro con cierta reticencia, temerosa un poco de su interior. Pero todos mis miedos estaban infundados. Nos encontramos aquí con un niño de trece y una niña de doce que, de la noche a la mañana, se convierten en padres. Poco a poco tienen que hacerse cargo de sus hermanos más pequeños, de educarles, de entretenerles, de limpiar la casa, de hacer las compras, de pagar las facturas… Hay gente que no está jamás preparada para esto, imaginaos ellos. Acaban siendo más que simples hermanos, y es una transición que me ha parecido muy natural dentro de este contexto. Siempre han estado actuando como un padre y una madre, unidos de una forma que ningún hermano debería de estar con otro, y así es donde se desarrollan esos sentimientos. Creo que la autora ha sido capaz de crear un escenario perfecto donde el incesto es la opción correcta. O al menos así es como lo sentí yo. Ellos tenían que estar juntos.
Y el incesto genera otros problemas, hace que los personajes evolucionen muchísimo y se cuestionen muchas cosas. No creáis que la autora lo mete y es todo como una pieza de puzle que encaja de forma suave en su hueco. Esto también me gustó mucho.
Y también toda la parte de su vida familiar diaria. Son vidas muy impactantes. Algo difícil de comprender. No es una historia sencilla en ningún aspecto. Un grupo de niños que viven en la pobreza, con padres ausentes y que tienen que hacer que su vida funcione a la perfección para no llamar la atención de los servicios sociales y acabar separados. Te llega al alma y te la retuerce. Por no hablar de ese final que se ha ganado un hueco entre los mejores finales de la historia. Una historia difícil, pero increíblemente hermosa.
La narración está compuesta por dos narradores en primera persona: Lochan y Maya. Son dos personas muy unidas, pero también diferentes y que se enfrentan a la situación cada uno a su manera. Es una buena narración para que veamos las dos caras de esta misma moneda de primera mano. Es una narración oscura y pesada de sentimientos, está muy bien embebida de la situación. Cada palabra hace que te metas más y más en la historia, que seas capaz de imaginar las dificultades que pasan, que seas capaz de sentirlas en tu propia piel. No es divertida en ningún momento y la belleza es incluso dolorosa. Lo cierto es que se lee muy rápido, con una gran ambientación, donde cada palabra construye un mundo tangible. Es perfecto.
En definitiva, un libro que trata sobre uno de los temas más complicados de la sociedad, pero que está tan bien ambientado, tan bien justificado, que no puede ser más que hermoso. Unos personajes perfectamente construidos que nos narran una historia dolorosa e impactante. Algo así como una obra de arte.
Esta es la definición de felicidad: un día entero extendiéndose ante mí, hermoso en su vacío y su simplicidad.
¡Hola! Desde que leí una reseña de este libro por primera vez que tengo ganas de leerlo. Y ahora, después de leer tu opinión, todavía más. ¡Me alegro que te haya gustado! :)
ResponderEliminar¡Besos!
Me encantó. Es un libro que me puso los pelos de punta, que me emocionó y me hizo llorar como pocos. Una historia increible, con unos personajes maravillosos, cada uno con sus defectos y sus virtudes. Totalmente recomendable, aunque hay a quien no le ha gustado nada.
ResponderEliminarBesotes
¡Hola! A mí también me puso los pelos de punto este libro. No sé por qué tardé tanto tiempo en leerlo, la verdad. Lo leí sin prejuicios y aún así me sorprendió bastante. Se convirtió en una de mis lecturas favoritas :) Me alegro que te haya gustado.
ResponderEliminar¡Un beso!
pelos de punta, no de punto xDD
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarQuiero leerlo porque creo que es bastante interesante el tema del que habla. Yo que me considero una persona bastante abierta espero disfrutar con el libro.
Un beso!
Me pareció un muy buen libro que trata un tema muy complicado de una manera extraordinaria!
ResponderEliminarBesitos ^^
Acabo de leerlo, y la verdad es que no puedo empezar a leer otro hasta que se me disipe la desazón que siento.
ResponderEliminarEs la primera vez que me pasa tras leer un libro.
Me ha encantado.