Reseña: Hambre - Michael Grant

*Puede haber spoilers de libros anteriores.*

Título: Hambre
Título: Hunger
Autor: Michael Grant
Saga: Olvidados #2
Editorial: Molino
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 528

Han pasado tres meses desde que todos los menores de quince años quedaron atrapados en una burbuja conocida como la era. Tres meses desde que desaparecieron todos los adultos, dejando a los jóvenes olvidados. La comida se acabó hace semanas. Todo el mundo se muere de hambre, pero nadie encuentra una solución. Y cada día, más y más niños están empezando a cambiar, a desarrollar extrañas habilidades sobrenaturales que los separan de los que no tienen poderes. Cada chaval tiene que arreglárselas solo, e incluso los buenos se vuelven mortíferos. Pero se acerca un problema mayor. La Oscuridad, una criatura siniestra que vive enterrada en las montañas, comienza a llamar a algunos de los adolescentes de la ERA.

Ya han pasado unos meses desde que Sam derrotó a Caine. Durante ese tiempo, Sam se ha convertido en el alcalde de Perdido Beach, en la persona a la que todos recurren cuando tienen un problema. Y no han vuelto a oír nada de los chicos de la Academia. Un periodo de tranquilidad que llega a su fin cuando la comida empieza a escasear y el hambre deja huella en cada niño del pueblo.

Sam está estelar en este segundo libro. Al final se dio cuenta de que los niños necesitaban un líder y de que él era el más adecuado para el puesto. Pero comienza a estar cansado de ello, a verse desbordado por las circunstancias. En este libro, vemos una nueva cara de Sam, su lado más frágil y desesperado. Un chico que nunca deja de luchar, que nunca deja de ir hacia delante a pesar de los obstáculos, con un gran sentido del honor y del sacrificio. Mi personaje favorito.

Lo mismo que le pasa a Sam le pasa a casi todos los personajes. Las circunstancias son diferentes y eso les obliga a evolucionar para enfrentarse a ellas, cada uno a su propia manera. Así pues, veremos lados diferentes de casi todos ellos. Astrid se verá superada y sus conocimientos no serán suficientes para enfrentarse a la realidad. La veremos más humana que nunca, más consciente de ella misma y de sus deseos más primarios. Albert, para mí, cambia a peor. Sale a la luz su vena más ambiciosa, una vena que quise arrancarle más de una vez. Edilio sí sigue siendo el más responsable de todos, pero mostrará más sus miedos.  Lana seguirá luchando contra sus recuerdos y sus miedos. Drake no cambia nada, al igual que Diana, pero Caine sí será alguien diferente después de haber visto con sus propios ojos a la Oscuridad. Jack tendrá un gran papel en este libro y sufrí mucho con él y con las decisiones que va tomando. Quinn sigue siendo Quinn, con sus lealtades siempre un poco ambiguas. Y habrá personajes nuevos entre los que me gustaría destacar a Zil, un niño cobarde que no hará más que dar problemas; y Duck, un chaval que lo único que quería era una piscina, asustadizo, nadie cree en él, pero que tendrá un papel importante.

La historia posiblemente sea más fuerte que la del primero. En el anterior libro, todo el mundo estaba demasiado desconcertado, demasiado asustado, nadie sabía qué estaba pasando. En este ha pasado un tiempo, puede que estén acostumbrados, pero siguen siendo niños asustados que, además, tienen hambre todo el tiempo porque casi no hay nada que comer. Y, lo peor de todo, poseen conocimientos, conocimientos sobre las mutaciones. Todo eso es un cóctel de lo más peligroso. En este libro veremos cómo su pequeña sociedad se tambalea, su lucha contra el hambre, su búsqueda de soluciones, el miedo de unos, el ansia de poder de otros. Es un libro que sigue dejándome en shock, que sigue haciéndome alucinar por el comportamiento de estos niños. De los cuales, a la mayoría ni los comprendo. Me desespera que sean tan egoístas y no puedan echar un vistazo a su alrededor para ser conscientes de la verdadera realidad. Además, el nuevo enfrentamiento con los chicos de Coates es mejor que en el primero. Y el final es, simple y llanamente, brillante, perfecto, alucinante, increíble. 

La narración sigue siendo en tercera persona, con los protagonistas que sean necesarios según el momento y lo que el autor necesite contarnos. Al igual que me pasó en el primero, al principio se me hizo un poco lento, aunque no sé por qué, ya que el libro empieza con acción y no dejan de pasar cosas nunca. Pero me cuenta engancharme. Aunque una vez lo he hecho, es imposible parar. Sobre todo por la magnífica forma en que el autor genera el suspense y te hace estar alerta todo el tiempo, sentado al borde de la silla esperando a caer por el precipicio de un momento a otro. 

Una continuación más que a la altura, con un final trepidante que asusta más que aliviar. Una historia que es incluso más brutal, con un ritmo muy ágil y unos personajes que siguen evolucionando. Tengo mucha curiosidad por saber hacia dónde nos llevará ahora el autor.