Reseña: Olvidados - Michael Grant

Título: Olvidados
Título Original: Gone
Autor: Michael Grant
Saga: Olvidados #1
Editorial: Molino
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 512

En un abrir y cerrar de ojos. Todo el mundo desaparece.Se esfuman.Todo el mundo excepto los jóvenes. Los adolescentes. Los escolares y los más pequeños. Pero ni un solo adulto. Ni maestros, ni policías, ni médicos, ni padres. Han desaparecido, también, los teléfonos, internet y televisión. No hay forma de obtener ayuda.El hambre amenaza. Las bandas se hacen con el poder. Una criatura siniestra está al acecho. Los animales están mutando. Y los propios adolescentes están cambiando con el desarrollo de nuevos poderes - inimaginables, peligrosos, a veces mortales- como leer la mente, el teletransporte o la telequinesis. Talentos que se fortalecen día a día. Es un nuevo mundo aterrador lleno de elegidos. Y la guerra es inminente.El primer título de una serie impresionante donde los adolescentes muestran el lado más oscuro de sí mismos. Un adictivo thriller que te hace ver el mundo de una forma totalmente nueva.

Sam está en clase como un día cualquiera. Está aburrido, atendiendo a duras penas y, entonces, su profesor desaparece. Un segundo está explicando, al siguiente ya no está. Pero él no es el único. Un compañero de clase también se ha evaporado en el aire. Se dan cuenta entonces de que todo aquel mayor de quince años ha desaparecido y que ellos están encerrados por un extraño muro opaco en su pueblo y alrededores.

Si de algo se caracteriza este libro es por su gran cantidad de personajes. Y muchos de ellos intervienen en la historia. Aunque podría atreverme a nombrar a Sam como protagonista principal. Para mí es el mejor personaje de todos. Sam es un chico que vive con su madre. Nunca conoció a su padre y no hace mucho tiempo su padrastro también se marchó. Lo llaman School Bus Sam después de una heroicidad, pero tras aquello, volvió a agachar la cabeza y todo el mundo se olvidó de él. Pero cuando todos los adultos y adolescentes desaparecen, los ojos se vuelven hacia Sam, hacia el héroe que ya los había salvado una vez. Él es un chico sencillo, con una vida sencilla, al que le gusta pasar desapercibido y que de ninguna manera quiere ser el líder de nadie. Pero tiene cierto carisma, una gran fortaleza y la confianza de los demás. 

Mi siguiente favorito supongo que sería Astrid la Genio, la empollona del colegio, la chica que lo sabe todo. Tiende a ser un poco pedante al principio, no a mala fe, sino porque la gente se pregunta cosas y ella intenta encontrar una respuesta lógica. Es una chica simpática, valiente y luchadora. Edilio sería otro de mis favoritos, un latino que hacía poco que se había mudado a Perdido Beach. Siempre sabe lo que hacer y no le tiembla el pulso ante nada para poder ayudar a los demás. Lana no me dejó una gran huella al principio, pero conforme avanzaba la historia la chica mejoraba a pasos agigantados. Posiblemente sea la que peor lo pase de todos. También podría hablaros de la bendita Mery o el bruto Orc o Quinn o Albert. Y luego están los chicos de Coates, la academia para chicos problemáticos, de los que Caine es el más representativo. A estos chicos es mejor que cada uno los conozca por sí mismos.

Lo genial de este libro es la gran evolución que experimenta cada uno de los niños que se quedan encerrados tras el muro. No hay una sola excepción, tal vez los bebés y los niños más pequeños, que realmente no saben lo que está pasando. El caso es que todos estos niños, debido a las circunstancias y a cada cosa extraña que les pasa, tienen que aprender a sobrevivir, tienen que madurar lo suficiente para no fallar a las primeras de cambio, tienen que afrontar un sinfín de situaciones extraordinarias y peligrosas. Y lo hacen. Y luchar por su vida, sea lo difícil que sea. 

Y la historia. ¡Qué historia! No tengo palabras para describir lo que en sus páginas esconde este fascinante libro. Desde la primera página hasta la última está plagado de acción. Como lectora, no pude tomarme un solo respiro, me enfrenté a una gran ansiedad lectora, muerta de ganas por avanzar y ver hacia donde me llevaba todo esto. Pero no solo eso. Como os podéis imaginar, la historia en sí es un misterio, un misterio salpicado por sorpresas que generan nuevos misterios. Y menudas sorpresas. De estos misterios, algunos se resolverán en este libro, otros quedarán pendientes para futuros libros. 

¿Pero qué es lo mejor de todo? La realidad que exhala cada palabra del libro. El autor no se ha cortado en ningún momento para mostrar la crueldad de este nuevo mundo, para describir situaciones fuertes y horrendas, no aptas para gente sensible. Hay que tener en cuenta que de repente todos los adultos y adolescentes desaparecen. Los niños pueden hacer lo que quieran y siempre hay a quien le gusta aprovecharse de estas situaciones. Es real, es cruel, visceral en algunos momentos. Como ya he dicho antes, he quedado, simple y llanamente, fascinada. 

La narración es un pasado en tercera persona.  Evidentemente, no podía ser de otro modo cuando hay tantos personajes que intervienen en la historia y que el autor quiere que conozcamos. Son muchos los niños que nutren esta narración, cada uno protagonista de su propio fragmento de libro. Así, podemos saber quiénes son y cómo son en profundidad, amar a unos y odiar a otros. Es un libro riquísimo, pero en el que nunca te pierdes. Una narración ágil y veloz como la historia. Que sabe llevar los ritmos adecuadamente, que compensa muy bien la acción con algún momento de tranquilidad para tomar aliento. 

En definitiva, tenemos aquí una historia rica y compleja, con muchos personajes perfectamente definidos y con una gran evolución. Una historia llena de acción, misterios y sorpresas que van apareciendo, con un ritmo que quita el aliento y un final trepidante, con un último párrafo que casi hiela la sangre. Estoy deseando poner mis manos sobre el segundo volumen.