Reseña: The Avery Shaw Experiment - Kelly Oram

Título: The Avery Shaw Experiment

Autor: Kelly Oram

Editorial: Bluefields

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 230

Cuando el corazón de Avery Shaw es roto por su mejor amigo de toda la vida, ella escoge lidiar con ello de la única manera que conoce: científicamente.
La feria estatal de ciencia se está acercando y Avery decide usar su corazón roto como el tema de su experimento. Va a encontrar la cura. Forzándose a experimentar los siete estados del duelo a través de una serie de pruebas sociales, ella cree que será capaz de superar a Aiden Kennedy y prepararse para amar otra vez. Pero no puede hacer este experimento sola, y su compañero (¡excompañero!) es el que le rompió el corazón.
Avery encuentra la solución a sus problemas en el hermano mayor de Aiden, Grayson. El hermoso mujeriego que está a punto de ser echado del equipo de baloncesto de la escuela por perder física. Él necesita de un buen tutor y algo de crédito extra serio. Pero cuando Avery recluta al encantador Grayson para ser su "observador externo objetivo", ella obtiene mucho más de lo que esperaba, porque Grayson tiene su propia teoría: Avery no necesita vivir el duelo. Ella necesita vivir. Y si hay una cosa en la que Grayson Kennedy es bueno, es en vivir la vida al máximo.

Este es uno de esos libros que sabes que vas a amar antes de leerlo. Uno de esos libros que deseas leer incluso antes de saber el titulo del mismo. En el pasado ya había leído algún libro de Kelly Oram y decidí en ese momento que leería todos y cada uno de los libros que escribiera porque es una mujer que escribe increíble, historias muy naturales y divertidas. Así que me fui de cabeza a por este libro en cuanto salió a la venta.

Avery ha sido amiga de Aiden incluso desde antes de nacer, cuando sus madres se conocieron en una clase de pre-parto. Desde entonces han sido inseparables y, con el paso del tiempo, los sentimientos de ella fueron evolucionando hasta convertirse en amor. El día de año nuevo, él le dice que necesita espacio y hacer cosas por él mismo, ella le revela lo que siente y Aiden responde que él no siente lo mismo, que ella es su mejor amiga, una hermana, y que no hay posibilidades de nada romántico. Ella se queda devastada, su corazón roto en pedazos, sin su mejor amigo y sin su compañero de ciencias a poco tiempo de la feria que quería ganar. Es entonces cuando entra en acción el hermano de Aiden, Grayson, que no soporta ver lo que su hermano le ha hecho a la hermanita de la casa. Desde ese momento, Grayson decide ayudarla y hacerle olvidar al imbécil de su hermano y ella le pide ayuda para su proyecto de ciencias, en el que ella misma será el sujeto e intentará demostrar cómo se cura un corazón roto atravesando con éxito todas las fases del duelo.

Este es el punto de partida de esta maravillosa historia que tiene como protagonista a la dulce Avery Shaw. Avery es una chica a la que le gusta estudiar, que disfruta con la ciencia y que tiene como mejor amigo a un chico. Es una nerd para todos, alguien no muy popular, pero que está contenta con lo que tiene. Es inocencia en estado puro y muy mojigata, pues nunca ha tenido contacto amoroso con ningún chico. Es un personaje que me gusta mucho y que va de una increíble seguridad cuando está en su terreno al pánico cuando sale de él. Creo que es un personaje muy rico, con el que he disfrutado muchísimo. En todo el libro es muy coherente con ella misma y, aunque puede poner un poco nerviosa en algunos momentos, es lo normal en su situación. Está genial.

Luego está Grayson, estrella del equipo de baloncesto del instituto, mujeriego a más no poder, derrocha carisma y encanto por cada poro de su piel. Es, al contrario que Avery, el chico más popular del instituto. Y está en su último año. Admito que me enamoré de él a lo largo de la novela. Es un chico que es un encanto, un buenazo que ni él mismo sabe que es. Ha sido fantástico leer sobre él durante todo ese tiempo y como iba creciendo como persona.  Otro diez para él.

La historia ha sido magnífica, muy Kelly Oram. Ha sido divertida de principio a fin, con algunos momentos muy emotivos y otros que me han hecho hervir la sangre. Esta mujer tiene una habilidad increíble para hacer al lector disfrutar al máximo de cada página, de hacerle vibrar en todo momento, de hacerle leer hasta que los ojos le sangran porque es imposible parar. ¿Estoy exagerando? Tal vez, pero lo que sí sé es que empecé el libro y no hice ninguna otra cosa hasta que se acabó unas pocas horas después, porque fui incapaz de cerrar el libro ni para ir al baño. Prometido. Así pues, tenemos aquí una historia muy divertida sobre el amor adolescente, sobre conocerse a sí mismo, sobre madurar y darse cuenta de que no todo es lo que parece. La idea sobre la que se sustenta, las fases del duelo, es tan absurda, pero a la vez tan ingeniosa que engancha y da mucho juego. Es que ha sido simplemente fantástica. De verdad. Soy fan Kelly Oram hasta la muerte.

Y la narración es perfecta también. Toda la historia está contada en primera persona de mano de ambos protagonistas, alternando capítulos desde el punto de vista de Avery con otros desde el punto de vista de Grayson. Lo cual es más que necesario y es la forma en que más se puede explotar la historia. La narración de ella exuda toda esa ingenuidad y esa inocencia que ella tiene, es una narración muy dulce y bonita, también intentando que se vea su lado científico e inteligente sin que en ningún momento se vuelva incomprensible. La autora va dejando pinceladas de su vena nerd, pero con cuidado. La narración de Grayson es muy diferente. Es mucho más masculina, con sus palabrotas y esa segunda cabeza que en tal alta estima se tienen todos los chicos. Tiene toda su seguridad y su encanto innato. Son mis partes favoritas porque, dejando de lado que amo a Grayson, es más divertido y sabe explotar más la vida. Es un magnífico contraste el de estos dos, un contraste que disfruté hasta el infinito.

Y esto es todo, no creo que quede nada más que decir. Mi entusiasmo se me ha ido de las manos. Creo que ni me voy a molestar en recomendarlo, porque es más que evidente lo que pienso y lo único que me ha faltado ha sido levantar un monumento. Gracias, Kelly, por divertirme siempre tanto. Ojalá sacases un libro cada día.