Reseña: Hasta que Llegaste - Kristan Higgins

Título: Hasta que Llegaste

Título Original: Until There Was You

Autor: Kristan Higgins

Editorial: Libros de Seda

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 400

Posey Osterhagen tiene mucho que agradecerle a la vida. Es la propietaria de una exitosa empresa de rehabilitación de edificios, su familia la arropa y tiene un novio, o una especie de novio. Aun así, le parece que le falta algo. Algo como Liam Murphy, un tipo alto y peligrosamente atractivo.
Cuando Posey tenía dieciséis años, ese chico malo de Bellsford le rompió el corazón. Ahora que ha vuelto, su corazón traidor está de nuevo en peligro. Lo que tendría que hacer ella es darle calabazas pero, en cambio, el destino parece tenerle reservado algo distinto.

Cuando iba al instituto, Posey se enamoró perdidamente de Liam, el chico malo que apenas reconocía su presencia. Y acabó con un comentario malicioso y el corazón roto. Al final, Emma, su novia, se quedó embarazada, se casaron y desaparecieron del pueblo. Ahora, tras la muerte de su esposa y con una hija adolescente a la que criar, Liam ha decidido regresar a la pequeña ciudad para que la niña pueda estar cerca de sus abuelos. Mala suerte para Posey, que después de tanto tiempo parece no haberlo superado todavía.

Posey, Cordelia en su DNI, es un personaje encantador. Es una mujer que tuvo que aguantar mucho en sus años de instituto, debido a su constitución extra delgada y su escaso pecho. Diréis: “eso no es tan malo”. Pero estamos hablando de una chica de 16 años que tenía que comprar su ropa en la sección de niños de diez años, que tiene que comer cosas muy calóricas, al menos seis veces al día, para no desmallarse. A la pobrecita la llamaban Anna Frank. Después de una experiencia de lo más traumática, Posey se endureció. Ahora es una mujer delgada, pero con una buena constitución, con su propio negocio, feliz y exitosa. Lo malo, que los hombres siguen sin llamar a su puerta. Y los que lo hacen casi mejor que no lo hubiesen hecho. Es una mujer muy divertida con la que he pasado magníficos momentos.

Liam era el chico malo. Llegó al pueblo con su moto, después de salir del correccional y con su chupa de cuero sobre los hombros. Tenía a las mujeres locas y abiertas de piernas con una sola mirada. Pero Posey también conoció su otro lado, el amable y atento, y se enamoró. Ahora es padre de una adolescente, han crecido a madurado, pero todavía tiene su aura de malote. Posee un taller de tuneado de motos con mucho éxito. A su vuelta, todas las mujeres vuelven a perseguirle, si bien él no les hace ya ningún caso. Y descubre que Posey ya no es la niña callada y tímida de antes, sino que le contesta y no le deja pasar ni una. Es un buen equilibrio entre su aura y su yo actual. Es encantador y enternecedor ver como se preocupa por su hija y como la cuida con el mayor de los mimos.

Y hay un montón de personajes más. Para empezar, Nicole, la hija de Liam, es una niña muy simpática y encantadora. Le aporta mucha vivacidad a las escenas en las que aparece. Jon, el cuñado de Posey, es posiblemente el mejor de todos. Un gay brillante, lleno de vida y un excelente sentido del humor. Cada vez que aparecía su nombre se me dibujaba ya una sonrisa en la cara. Henry, el novio y hermano de Posey, es tal vez el más divertido. Es cirujano, amputa miembros y los reconstruye, y habla de su trabajo con una emoción morbosa que me hacía carcajearme. Y está la prima de Posey, sus padres, su amiga Kate con su hijo, su protegida… Muchos personajes que enriquecen el texto, todos perfectamente definidos y dentro del rol de comedia en el que se mueve el libro.

La historia es, pues, una comedia romántica, con sus toques tristes. Posey se ve de vuelta al lado oscuro en cuanto posa sus ojos en Liam. Cada vez que se ven, ella es bastante arisca con él, creándose así unas situaciones muy divertidas. Y Liam se sorprende fijándose en ella como nunca antes se había fijado. Es una historia de amor preciosa, que va paso a paso, construyéndose sólidamente sobre una fuerte base, y llena de diversión. Verlos juntos es una gozada, la compenetración que tienen, lo bien que se lo pasan juntos, la comodidad. Es muy natural y bonito. Y luego hay sub tramas que aportan más a la historia. Toda la parte de Liam con su hija es adorable, los rifirrafes con sus suegros, el trabajo de Posey, la vida de la prima, la relación homosexual de su hermano. Un libro muy completo.

Y como hay tantos caminos diferentes, la historia está escrita en tercera persona. Lo más adecuado cuando hay tanto que ver y tanto que conocer. Nuestros dos protagonistas son el centro de la narración, y los capítulos se van alternando dándole el peso a uno o al otro. La voz de Posey es más alegre y despreocupada. La parte de Liam es más triste, más preocupada, residuos de lo que pasó con la muerte de su mujer, a la que amaba con locura. Es una narración ligera, con mucha agilidad, una pluma que lo cuenta todo tal y como es, sin pretensiones ni florituras. Ayuda a que la historia sea más real. Yo lo he leído en una sola tarde, porque me era imposible dejar de leer. Fui incapaz de cerrar el libro hasta que se acabó.

En definitiva, tenemos aquí una historia sobre la vida de una serie de personas que se ganan al lector en la primera página. Una historia de amor preciosa, bien construida y llevada con una naturalidad tal que es imposible no creer que esté sucediendo en algún lugar del planeta. Una narración ligera y tan divertida, que dejar el libro a un lado es todo un reto. El libro ha sido perfecto desde la primera hasta la última página. Tengo muchas ganas de leer algo más de esta magnífica autora.