Reseña: El Infierno de Gabriel - Sylvain Reynard

Título: El Infierno de Gabriel

Título Original: Gabriel's Inferno

Autor: Sylvain Reynard

Saga: El Infierno de Gabriel #1

Editorial: Esencia

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 624

Precio: 17,90 euros

El misterioso y atractivo profesor Gabriel Emerson, reconocido especialista en Dante, es un hombre torturado por su pasado y orgulloso del prestigio que ha conseguido, aunque también es consciente de que es un imán para el pecado y, especialmente, para la lujuria.

Cuando la virtuosa Julia Mitchell se matricula en el máster que Gabriel imparte en la Universidad de Toronto, la vida de éste cambia irrevocablemente. La relación que mantiene con su nueva alumna lo obligará a enfrentarse a sus demonios personales y lo conducirá a una fascinante exploración del sexo, el amor y la redención.

Con ingenio y sarcasmo, el autor cuenta la odisea de Gabriel a través de su particular infierno de tentación y amor prohibido.

Julia Mitchell es una excelente estudiante que, por motivos de dinero, tuvo que declinar Harvard y marcharse a Toronto a estudiar y preparar su tesis sobre Dante. Todo parece sencillo, hasta que entra en escena el increíblemente atractivo profesor Gabriel Emerson.

Julia es una chica extraordinaria. Es increíblemente inteligente, bonita, educada, amable, y un montón más de adjetivos positivos. Pero, como suele pasarnos a las mujeres, también se vuelve un poco tonta con los hombres, más si ese hombre es uno del que llevas enamorada desde hace años (principio, principio del libro). Personalmente, creo que le falta un poco más de sangre y de carácter. Es demasiado blanda a veces. Pero, por lo general, me ha gustado mucho.

Gabriel… Gabriel es bastante más difícil. Es un hombre frío y distante, con un mal genio terrible. Ha pasado por muchas cosas en su vida, y eso lo ha convertido en el hombre que es ahora. Él no tiene relaciones, tan solo sexo ocasional cuando lo necesita, y no le cuesta nada encontrarlo. Pero Julia cambiará su vida y tendrá que volver a enfrentarse a los fantasmas de su pasado. Yo no creo que hubiese aguantado tanto con este hombre como lo hace ella. Y, sin embargo, es un personaje bastante fascinante, muy inteligente, lleno de conocimientos y muy buen gusto. Por eso es tan difícil.

Otros personajes que podría destacar son Paul o Rachel, ambos amigos de Julia, siendo Rachel mi preferida, porque es una mujer magnífica, fuerte y con mucho carácter.

La historia no es, en absoluto, lo que me esperaba. Pensaba que sería algo más típico en el mundo de las historias de amor profesor-alumna. Pero esta es muy propia y es que no podía ser típica cuando ella ya estaba enamorada de él antes de que fuese su profesor. Es todo el tiempo un tira y afloja. Ella está dispuesta a muchas cosas por la relación, necesita respuestas, pero él es mucho más reservado, es incapaz de abrirse a nadie. Cada vez que dan un paso adelante, luego dan dos atrás. Pero, ese hecho de que se conozca aporta un punto muy interesante, también que sean dos personas tan inteligentes, y que tengan cabeza para actuar en este tipo de situaciones. Al principio, se me hizo un poco pesado por el carácter difícil de él y por el toque intelectual y educado del texto, pero, poco a poco, me fui haciendo con ellos y acabé disfrutando bastante el libro.

A nivel narrativo, no creo que sea un libro para cualquier persona. Está narrado en tercera persona, lo que lo distancia un poco de los personajes a la vez que nos da bastante información de toda persona que interviene en la historia. La cuestión es que, la narración está muy ajustada a nuestros protagonistas, a su inteligencia, a sus buenas maneras, a su educación, y eso puede ser pesado de leer. A mí me pasó hasta cierto punto, pero también me maravilló porque no leo algo así muy a menudo. Además, me encantan los juegos dialécticos con palabras que no suelen usarse en el día a día. Así pues, es una narración muy cuidada.

No es un libro que me haya gustado especialmente, pero sí me ha resultado muy interesante, con unos personajes que valen la pena. Espero que el segundo siga la misma línea. La verdad es que le tengo bastante miedo.