Título: Los limoneros también resisten las heladas
Autor: Sara Cantador
Editorial: Plataforma Neo
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 407
El verano de 1995 comienza como cualquier otro. Entre las tardes en la piscina, las noches inundadas por el sonido de los grillos y el aroma de los limones, los minutos pasan deprisa. Hasta que llega el día que todos ansiaban: la acampada cerca del embalse que marca el fin de las horas de sol, tradición que mantienen desde hace cuatro años. Pero esta vez tendrá un sabor agridulce: todos comenzarán el último curso en el instituto y saben que no volverán a vivir un verano igual. Lluvia es la persona más alegre de Valdesa, el pequeño pueblo donde ha vivido toda su infancia. Ama a su abuela Gracia por encima de todo y le encantan las noches de agosto. A pesar de ello, algunos la miran con desconfianza, como si supieran algo que a Lluvia se le escapa. Como si nadie comprendiera qué se esconde bajo su apariencia caótica. Por suerte, Lluvia siempre ha contado con la amistad incondicional de Paula y Lucas, el cariño de su familia, las historias de Gracia y la compañía del limonero, el guardián de la casa. Ante un futuro incierto, los conflictos de la adolescencia y la necesidad de buscar sus propias respuestas, Lluvia inicia el último curso en el instituto. Para encontrarse a sí misma, tendrá que tomar decisiones importantes y deberá aprender a despedirse de su pasado.
Valdesa es un pueblo pequeño que se llena de vida en verano. Lluvia llena sus tardes con paseos, piscina y acampadas con sus amigos, dispuesta a aprovechar el tiempo antes de que empiece el último curso de instituto. Sin embargo, no será fácil afrontar ese último año, lo que los diecisiete traen consigo y un futuro de lo más incierto.
La protagonista de esta historia es Lluvia, una joven de un pequeño pueblo un tanto peculiar. Es un alma libre, que se deja llevar y hace lo que quiere, que cuida de aquel que lo necesita y quiere sin medida. Sin embargo, eso también hace que tenga que enfrentarse a miradas un tanto hostiles de sus vecinos, que no parecen soportar lo raro. Lluvia me ha parecido un personaje muy complejo desde el principio. Conocerla es todo un viaje, algo que vamos haciendo poco a poco. Ella misma, además, nos cuenta que tiene algunos secretos, que no nos desvelará desde el principio. Para mí ha sido un poco confusa, era como una fantasía, un ser etéreo. Pero esa era también parte de su magia.
Junto a ella, sus amigos también comparten el protagonismo de la novela. Paula es una de ellos, una chica que no puede evitar vivir con ciertas inseguridades, buscando algo que la haga sentir mejor. Es una chica muy compleja, con un largo camino por delante y que me ha gustado mucho. Olivia es una chica guapa, aparentemente perfecta, pero que vive con sus propios problemas. Lucas es un chico bueno, de gran corazón, que haría lo que fuera por sus amigos. Y Aarón es el divertido y despreocupado. Realmente todos tienen mucho que aportar. Son personas muy diferentes y cada uno lleva su último año antes de la universidad lo mejor que puede. Hay mucha riqueza en ellos, y es fácil sentirse identificado con unos o con otros.
También intervendrán en la novela otros personajes, en su mayoría familiares de todos ellos, pero que tendrán un papel más secundario, ayudándoles a evolucionar y a llevar el camino que la autora les tenía preparado. Sin embargo, sí me gustaría destacar a la abuela de Lluvia, una mujer mágica que me ha parecido fundamental.
La historia transcurre durante ese verano, el último año de instituto y el verano siguiente. Es justo ese periodo que consiste en prepararse para un futuro que se echa encima, con dudas, con ansiedad, con incertidumbre; pero que también es muy especial. Ya os digo que es muy fácil poder sentirse identificado de alguna manera con todo el libro. La historia nos habla del día a día de los amigos, en especial de las tres chicas, de lo que pasa por sus mentes, de cómo actúan y de cómo se sienten. Es una novela totalmente de personajes, donde se tratan temas como la amistad, la familia, el amor propio, el bullying… Va de crecer y madurar, de pasar de ser niño a ser un adulto, de lo complicado que siempre es, porque además es una época en la que se siente muchísimo, en la que un grano de arena te parece una montaña. Y creo que la autora ha sabido reflejar bien esa época.
Y todo esto en el contexto de mediados de los 90, con un toque muy mágico e idílico, como solo podría tener un pequeño pueblo cargado de leyendas. Es una ambientación que me ha gustado mucho y que me ha trasladado a mi infancia, que he sentido muy mía. He pasado (y sigo pasando) así muchos veranos.
Para la narración, la autora ha escogido una tercera persona del pasado. Está llena de diálogos, pero también de monólogos internos, con una buena descripción y bastantes fragmentos de ambientación relacionada más con las leyendas e historias de la zona. Me ha parecido que Sara tiene una forma muy bonita de contar las cosas. Mi sensación todo el tiempo es de que estaba leyendo un cuento. Sin embargo, tengo un pero porque no acabé de meterme del todo en la historia. La tercera persona para mí es una lotería, a veces me encanta y otras no me acaba de llegar. Tampoco sabría explicarme mejor, si os soy sincera. Pero siempre hubo cierta distancia entre la historia y yo, que es mi única pega, completamente subjetiva.
Los limoneros también resisten las heladas nos habla sobre un grupo de amigos que está ya en el último año de instituto. Es una historia de personajes sobre la familia y la amistad, sobre lo que significa dejar de ser niño y hacerse adulto, decidiendo sobre un futuro que se echa encima. Personajes complejos y temas reales con lo que es muy fácil sentirse identificados, es lo que os vais a encontrar. Contado con mucha magia y un final que no veréis venir.
*Muchas gracias a Neo por el ejemplar para reseñar
¡Hola!
ResponderEliminarMe parece una premisa muy particular y unos personajes muy complejos, además de que me encanta el nombre de Lluvia jaja Pero no sé, no termina de llamarme del todo porque no veo una trama en sí.
¡Nos leemos!
Lua.
Pues debe ser muy bonito esa transición de la vida juvenil a la adulta,el último verano de Instituto....Me lo apunto.I LOVE 90'
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