Reseña: La Ciudad Cerrada - Ryan Graudin

Título: La Ciudad Cerrada
Título Original: The Walled City
Autor: Ryan Graudin
Editorial: Montena
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 352

Hay tres reglas de supervivencia en la ciudad cerrada:
- Correr rápido.
- No confiar en nadie.
- Y llevar siempre encima un cuchillo.
Jin, Mei Yee y Dai viven en la Ciudad Amurallada, un laberinto sin ley dirigido por los señores del crimen e invadido por bandas callejeras. Para sobrevivir, los jóvenes venden droga o trabajan en burdeles, o quizá, como Jin, se ocultan del radar que los puede localizar. Sin embargo, cuando Dai le ofrece la oportunidad de encontrar a su hermana perdida, Mei Yee, comienza una impresionante carrera contrarreloj para poder escapar de la Ciudad Amurallada.

Hay un lugar sin ley donde acaban todos los maleantes, el pecado y personas sin recursos. Es la ciudad amurallada, una ciudad sin ley que ha absorbido las vidas de cientos de personas. Dai, Jin y Mei Yee están allí en contra de su voluntad, con una misión a llevar a cabo. Pero el tiempo se agota. 

Es un muy buen precepto. Un comienzo que llama la atención de forma poderosa. Nuestra primera protagonista es Jin, una chica que llega a la ciudad en busca de su hermana, para rescatarla de aquellos que se la llevaron para usarla. Una chica que se disfraza de chico para que la ciudad no se la trague como hizo con su hermana. Pues la única forma de sobrevivir aquí es siendo un chico. Es personaje de Jin me ha fascinado. Demuestra una fortaleza de la que pocas personas son capaces. Interioriza al chico que interpreta a la perfección. No hay fallos en su fachada. Recorre las calles sin descanso en busca de su hermana. Consigue dinero cuando lo necesita. Roba todo aquello que puede para no quedarse sin efectivo. Es feroz, es luchadora, pero en lo más hondo sigue siendo la joven Jin, aquella niña que decidió salir en busca de su hermana para rescatarla. 

Dai es el personaje misterioso de la novela. Sabemos que está en la ciudad por algo que sucedió en su pasado. Y que no puede quedarse ahí para siempre. De hecho, la cuenta atrás que marca el ritmo de la novela es a consecuencia suya. Pero tardaremos en averiguar qué es lo que mueve a Dai. Este es un personaje que nos permite ver la diferencia entre los que son realmente de la ciudad amurallada y los que no. Todo el mundo sabe que Dai lleva ahí poco tiempo porque sus vaqueros están demasiado limpios. No pertenece a ninguna banda, no parece meterse en líos. Es un chico melancólico y torturado, mucho más de lo que parece a simple vista. 

Y luego tenemos a Mei Yee. Ella es una prostituta. Lo único que puede ser una mujer en la ciudad amurallada si no quiere acabar muerta en unos pocos días. Este personaje está totalmente modelado por su profesión. Si también es cierto que es más afortunada que otras chicas. Ella es complaciente, sin fuego interior, sin demasiada vida. Simplemente ya se ha rendido a su destino. Tal vez este carácter es el que permite a Mei Yee ser el personaje que más evoluciona durante todo el libro. Es la más interesante de todos, sin duda. Tanto ella como sus compañeras del burdel. Porque cada una tiene una forma de ver su situación. Y no tienen una misión como Dai o Jin que les permita estar más centrados y tener un carácter más marcado. 

Porque el resto de personajes de la novela serán muy variopintos. Conoceremos a los peces gordos de la ciudad, que llevan el negocio de la prostitución y las drogas. A aquellos que se conforman con tener una pequeña banda y que controlan el cotarro a un nivel más reducido. Todos ellos almas en pena. La mayoría huérfanos que no tienen nada que hacer. Y también a algunas personas que viven fuera de la ciudad, en el mundo más benévolo del exterior. Estos son mis favoritos, ya que nos permiten ver la enrome diferencia social, económica, moral, etc. que existe entre todos ellos. Todos los personajes aportan algo, le dan profundidad a la historia y mucho interés. 

Porque lo mejor de la historia es la ambientación. Imaginaos una ciudad china, llena de callejones, recovecos, luces, puestos de comida, cables, escondrijos,… y ponedle una muralla alrededor. Y ahí la tenéis. Es una ambientación muy visual y poderosa. Todo artista querrá dibujarla. Y el ritmo la acompaña por completo. La historia nos sitúa en una cuenta atrás cuyo destino desconocemos. Los personajes viven al límite, sobreviviendo como pueden en este mundo tan hostil. Entonces Dai y Jin se unen, cada uno con un objetivo en mente, para realizar un trabajo que les pondrá todavía más en peligro. Todo el libro es pura adrenalina. Haciendo recados, corriendo, sorteando peligros. No se pasa de gore, pero tampoco edulcora las cosas. Y eso me ha gustado mucho. He sentido miedo, he sentido angustia, he sentido repulsión. También he sentido cosas positivas como amistad, compañerismo, superación, fuerza, valor. Creo que se ha transmitido muy bien todo lo que yo veía en esta ciudad. Tanto lo bueno como lo malo. Incluso en el final, que no es exactamente de cuento de hadas. Porque la vida no es siempre de color de rosa. Me ha gustado mucho todo el libro. 

La narración es en primera persona, con los tres protagonistas como narradores según el capítulo. Creo que es una narración acertada, porque todos guardan muchos secretos y de esta forma el lector siempre sabe más. Y siempre se consigue empatizar más con una primera persona. Es una narración sencilla, muy bien llevada, evocadora, con ese ritmo rápido que caracteriza toda la novela. Siempre al grano, para que el lector no se aburra ni pierda interés. A mí me ha tenido muy enganchada durante todo el tiempo. 

Así pues, La ciudad cerrada es una novela que nos habla sobre un lugar al margen de la ley, donde la supervivencia es dura. Con tres protagonistas que hacen lo que pueden por conseguir sus objetivos. Una ambientación de película y un ritmo trepidante, harán que esta novela sea amena, entretenida, pero también muy cruda y hostil. Yo he disfrutado muchísimo durante todo el libro.

Hay tres reglas para sobrevivir en la Ciudad Amurallada: corre lo más rápido posible. No confíes en nadie. Lleva siempre la navaja encima.
Ahora mismo, mi vida depende completamente de la primera.
<<Corre, corre, corre.>>

*Agradecimientos a la editorial