Grace Blakely está absolutamente segura de tres cosas:
1. No está loca.
2. Su madre fue asesinada.
3. Algún día encontrará al asesino y le hará pagar.
Tan segura como está Grace acerca de estos hechos, nadie más lo cree. No hay nadie en quién pueda confiar plenamente. Ni siquiera en su abuelo, un influyente embajador. Ni sus nuevos amigos, que viven en Embassy Row. Ni Alexei, el chico ruso de al lado que la está vigilando por razones que ni le gusta ni entiende.
Todos quieren que Grace tape sus desagradables pensamientos detrás de en un lindo vestido y una agradable sonrisa. Pero ellos no la pueden controlar, no más de lo que Grace puede controlar lo que sabe o lo que tiene que hacer.
Su pasado ha vuelto a cazarla... y si ella no lo detiene, Grace no será la única que va a salir lastimada. Porque en Embassy Row, todos los países del mundo destacan como fichas de dominó, y un movimiento en falso puede ocasionar que todo se derrumbe.
Theodore Finch está fascinado con la muerte, y constantemente está pensando en maneras en la que podría suicidarse. Pero cada vez, algo bueno, no importa que tan pequeño, lo detiene.
Violet Markey vive para el futuro, contando los días hasta la graduación, cuando podrá escapar de Indiana y el dolor de la reciente muerte de su hermana.
Cuando Finch y Violet se conocen en la cornisa de la torre de la campana del colegio, no es claro quién salva a quién. Y cuando son emparejados en un proyecto para descubrir las "maravillas naturales" de su estado, Finch y Violet hacen más grandes descubrimientos: es solo con Violet que Finch puede ser él mismo —ese raro, divertido, chico con mucha vida que no es un paria del todo. Y es solo con Finch que Violet puede olvidar el contar los días y empezar a vivirlos. Pero cuando el mundo de Violet crece, el de Finch empieza a reducirse.
Hubo un tiempo cuando el santo y friki Max Kilgore nunca hubiese dicho una mentira, robado algo o incluso pensado sobre asesinatos. Luego, accidentalmente, invoca a un diablo, y las decisiones de Max ya no son suyas. El tipo rojo grande tiene una predilección por estar tirado en el sofá y la comida basura, y nunca se debe subestimar al mal con un subidón de azúcar.
Con la ayuda de Lore, una antigua chica gótica que sabe una cosa o dos sobre el lado oscuro, Max comienza una carrera contrarreloj para deshacerse del invitado del infierno antes de tiempo, y todos los Flamin 'Hot Cheetos de este lado del fuego del abismo, se agoten.
Esta semana, los tres libros me suenan bastante bien. Creo que All the Bright Places puede ser una lectura muy bonita, con mucho que aportar. Y pienso que HellHole puede ser muy divertida. ¡El tiempo lo dirá!
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